ADIARIOCON JESUCRISTO
Sin
recompensa
Lectura:
Mateo 6:1-4, 19-21
…
tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. —Mateo 6:18.
La
mayoría de nosotros espera que los amigos y los colegas nos recompensen: una
palmada en el hombro, una medalla de héroe, un aplauso, un elogio sincero.
Pero, según Jesús, las recompensas más importantes llegan después de la muerte.
Es posible que las acciones más significativas de todas se hagan en secreto y
que Dios sea el único que las vea. En pocas palabras, el mensaje del reino es
este: Vive para Dios y no para los demás.
Jesús
explicó que estamos acumulando una especie de cuenta de ahorros, guardando
«tesoros en el cielo» (Mateo 6:20) y no en la tierra; tesoros tan
extraordinarios que compensarán todo sufrimiento. El Antiguo Testamento ha
dejado unos pocos indicios sobre la vida después de la muerte, pero Jesús habló
claramente de un lugar donde «los justos resplandecerán como el sol en el reino
de su Padre» (Mateo 13:43).
En
su búsqueda de un reino, los judíos de la época de Jesús habían estado tratando
de encontrar señales de la aprobación divina en esta vida; en especial,
mediante la prosperidad y el poder político. Al principio de su discurso, el
Señor cambió el enfoque hacia la vida venidera (cap. 6). Descartó el éxito en
este mundo visible y alertó a invertir en la vida futura. Después de todo, el
óxido, un ladrón o un pequeño insecto pueden destruir todo lo que acumulamos
(v. 20).
La
recompensa en la eternidad no depende del reconocimiento terrenal.
—PY
Cortesía: El Pan Nuestro.
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